Contexto y antecedentes
El derecho de protección de datos en Europa tiene sus raíces en la época posterior a la II Guerra Mundial, cuando comenzaron a surgir preocupaciones sobre el posible uso indebido de datos personales con la llegada de las computadoras y la creciente recopilación y almacenamiento de información personal. En respuesta a estas inquietudes, se emprendieron diversas iniciativas para establecer principios y marcos para proteger la privacidad y los derechos de datos de las personas. Si quieres ampliar esta información, te recomendamos este contenido que publicamos hace un tiempo en nuestro blog.
Ámbito de aplicación material
Todo lo establecido en el Reglamento General de Protección de Datos se ha de aplicar a todos los ficheros, tanto en formato papel como digital, que traten datos de carácter personal como son: nombre, apellidos, documento nacional de identidad o equivalente, dirección postal, número de teléfono, IP, voz y fotografías entre otros.
Y ámbito territorial de aplicación
La normativa europea de protección de datos tiene que ser cumplida por todas las personas físicas o jurídicas que traten datos personales y que tengan su sede en la Unión Europea, independientemente del lugar en el que se procesen los datos.
Pero, además, también están bajo su influencia las personas o empresas que, aunque estén localizadas fuera de la UE, traten datos personales de ciudadanos de la Unión en relación con la oferta de bienes y servicios o que supervisen el comportamiento de personas residentes en cualquiera de los Estados miembro. En el caso de que las compañías sujetas al RGPD por los supuestos explicados no dispongan de sede en la UE, tendrán que nombrar un representante en alguno de los países que forman parte de ella.
Europa y otros países (EE. UU.)
Mientras que en Europa tendemos a confiar en el Estado, en Estados Unidos se prefiere una gestión más basada en el individuo, intentando limitar al máximo el papel del Estado y reservándolo para contadas excepciones.
Si nos centramos en la normativa de protección de datos, las diferencias entre ambos territorios parecen a simple vista insalvables: mientras que en Europa predomina una concepción de protección de datos paternalista y donde el ciudadano es el propietario de sus datos personales, en EE. UU. ocurre exactamente lo contrario, son las empresas las propietarias de los datos.
Ofrecemos a continuación una comparativa sencilla sobre el tratamiento de datos en Europa y en EE. UU.
Obligaciones para las empresas
El derecho de protección de datos en Europa ha tenido un impacto significativo en la forma en que las empresas y organizaciones manejan la información personal. Ha impulsado la transparencia, la responsabilidad y el control individual sobre los datos, fomentando la confianza en la economía digital.
Sin embargo, el panorama sigue evolucionando a un ritmo acelerado. La aparición de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial y el bigdata, plantea nuevos desafíos y exige una adaptación constante del marco legal. De hecho, la Unión Europea está revisando en la actualidad el RGPD para asegurarse de que sigue siendo adecuado para la era digital.
Es por ello por lo que las empresas, en este contexto coyuntural, tienen que mejorar de manera sus procesos y contar con soluciones seguras 360º. Y en este punto es importante contar con un prestador de servicios electrónicos de confianza cualificado, como es el caso de Grupo Mailcomms, que además está certificado en las principales normativas de seguridad de la información y de privacidad, como son: ISO/IEC 27001 e ISO/IEC 27701, a lo que suma su acreditación en la categoría de nivel alto en el Esquema Nacional de Seguridad.