Hacia residuo cero. ¿Qué supone esta certificación a nivel operativo?

Como te contamos hace unos días en nuestro blog, la certificación Hacia Residuo Cero es una de las más relevantes en el ámbito medioambiental y de sostenibilidad, para empresas de todos los sectores. El principal aspecto para obtenerla es que la compañía que la quiere tiene que demostrar, de manera fidedigna, que valoriza al menos el 60 % de los residuos que genera en su actividad. Es decir, que consigue reciclar, reutilizar, o recuperar esos desechos y que lo hace en base a lo fijado en la Ley de Residuos 7/2022.

La empresa puede superar ese objetivo por sí misma o, como ocurre en la gran mayoría de los casos, a través de proveedores y gestores controlados y continuamente auditados. Simplificando mucho, de lo que se trata es de que llegue lo mínimo posible a los vertederos. Y la parte de mejora continua de Hacia Residuo Cero no termina en su consecución. El reto es progresar para valorizar el 90 % de los residuos o más y decir así que la certificación ha pasado a ser, simplemente, Residuo Cero (sin “hacia”) y que el impacto positivo en el planeta es aún mayor.

En nuestro caso, la auditoría que ha conducido a la obtención de esta certificación ha establecido que valorizamos el 86 % de los residuos que producimos en nuestro día a día. Es una muy buena cifra para empezar y cercana al ambicioso porcentaje del 90 %. Y también es una meta muy interesante para las empresas con las que colaboramos. Como proveedor sostenible que somos, al trabajar con compañías para avanzar en su transformación digital también contribuimos a alcanzar sus objetivos medioambientales. A veces, el hecho de que nos preocupemos por cuidar el planeta es una obligación que tenemos que cumplir para optar a ciertos proyectos. Aunque hay más, la certificación Hacia Residuo Cero es un indicador muy potente de que así lo hacemos.

Como las empresas del resto de sectores, los proveedores del sector printing tienen que demostrar de manera fehaciente que al menos el 60 % de sus residuos son valorizados adecuadamente, es decir, como dicta la ley, para obtener la certificación Hacia Residuo Cero.

En este sector, la economía circular alcanza grandes cotas de eficiencia ya que el papel y el cartón son dos de los materiales que se reciclan en un mayor porcentaje (un 74 % y un 83 % respectivamente).

A la industria papelera, usar residuo de papel y cartón como materia prima le aporta ahorros significativos en cuanto a materia prima (obtención de madera de bosques), uso de la energía (de la producción de pulpa de papel a partir de la madera) y de agua (de la producción de la pulpa de papel). Todo este valor medioambiental se traslada directamente a las empresas que utilizan sus productos (o los pequeños consumidores), que quieren utilizar sus productos, pero asegurándose de que al hacerlo no dañan el planeta.

En todo caso, el sector printing trabaja ya desde hace décadas en aplicar los mayores índices de sostenibilidad en su día a día y esto se demuestra, por ejemplo, la conciencia de los consumidores y las empresas para separar estos residuos a la hora deshacerse de ellos en los contenedores habilitados.

Gracias al trabajo realizado en la fase previa a la obtención de esta certificación, en Grupo Mailcomms contamos con un mapa muy preciso de nuestros residuos y también con la capacidad de demostrar documentalmente su destino final en diferentes tratamientos de reciclaje o aprovechamiento.

Para conseguirlo, hemos implementado procesos de seguimiento y manejo de residuos durante toda su cadena de suministro y establecido alianzas con gestores especializados. Además, nos someteremos a auditorías realizadas por terceras partes, de manera anual, para vigilar que todo funcione correctamente y encontrar formas de optimización.

Por otro lado, el análisis que hemos llevado a cabo nos ha aportado mucha información relativa a la participación de nuestros residuos en la cadena de suministro, como subproductos o materias primas. Como parte de esta acreditación también hemos optimizado nuestras operaciones de gestión documental y todo lo relativo a la trazabilidad de nuestros materiales.

Todo ello se puede traducir como un impacto positivo que, tras la obtención de la certificación, se traslada desde nuestra actividad al resto de la sociedad, principalmente de dos maneras.

La primera, y más amplia, parte de la capacidad para generar subproductos, materias primas o energía a partir de desechos que de otra manera acabarían en vertederos, unas instalaciones que provocan altos costes económicos, medioambientales y de rechazo social. Esto es economía circular.

Por otro lado, y de una manera más directa, contribuimos a las metas medioambientales de las empresas para las que ejecutamos proyectos. Esta colaboración es, al final, beneficiosa para todo el planeta.

En la práctica, todo lo anterior supone invertir cada día más esfuerzos para que la mayor parte de nuestros residuos sean efectivamente reciclados y elegir a los gestores de residuos idóneos, que nos devuelvan una trazabilidad fiable de lo que ha ocurrido con los desechos.

Y gracias a todo ello, la certificación Hacia Residuo Cero demuestra con seriedad nuestra aportación a la economía circular en lo relativo a operaciones con productos físicos en nuestra planta de MailTecK en Leganés (Madrid). Es decir, puro ODS 12 (Consumo y Producción Sostenibles), que tiene entre sus metas la de garantizar la sostenibilidad del consumo de recursos naturales a largo plazo.

Como decíamos al comienzo del texto, la certificación Hacia Residuo Cero también se puede entender como una forma de detectar líneas de mejora y oportunidades en las que trabajar para optimizar nuestra actividad.

Después del análisis y la obtención de la certificación nos hemos puesto manos a la obra para reducir, en colaboración con varios gestores y operadores, la cantidad de residuos en operaciones intermedias, es decir, las que no están aceptadas como operación de reciclaje bajo la marca Residuo Cero. Por ejemplo:

• Hemos firmado un acuerdo de colaboración con la plataforma Tragatoner de la empresa Ecofimática (plataforma promovida por los principales fabricantes de tóner de impresión) para garantizar el reciclaje de los tóneres que utilizamos en un 96%.
• Hemos cambiado la tecnología de procesado de planchas de Impresión Offset evitando la generación de más de 2 Toneladas/año de residuo.

Estas acciones son positivas para la industria y para la sociedad, siendo un ejemplo claro de innovación y alianzas para lograr la sostenibilidad, uno de los objetivos de desarrollo sostenible de la Unión Europea (ODS 9 y 17).

Además, hemos detectado algunas dificultades principales. Si tuviéramos que destacar dos, estas serían: la necesidad de trabajar con operadores que nos ofrezcan una trazabilidad total de la gestión de residuos, no solo intermedia; y la importancia de establecer alianzas con gestores subsiguientes que nos faciliten la información sobre el destino final de nuestros desechos ya que, al no contar con relación contractual con ellos, no podemos obligarlos a que nos lo certifiquen.