La reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), más conocidas como “huella de carbono”, es cosa de todos: ciudadanos, administraciones y empresas. La Agenda 2030 marcó un objetivo clave para Europa: en 2030, estas emisiones tienen que haber caído en un 55% con respecto a las de 1990. Nuestra aportación en solo dos años ha sido del 23 %.
Sabemos que, desgraciadamente, gran parte de nuestra actividad cotidiana genera gases de efecto invernadero. Por ejemplo, que un coche de gasolina de tamaño medio emite 143 gr de CO2 por cada kilómetro, de media. O que una carta en todo su ciclo de vida genera 10 gr de CO2, suma que incluye el papel, los procesos y la distribución. Una hora de nuestra serie favorita de Netflix supone que 55 gr se liberen en la atmósfera, según datos de la propia compañía y algo que todos hacemos: cada búsqueda de Google le “cuesta” al planeta 0,2 gr de CO2, según publicó el diario The Guardian.
Para establecer en qué medida desde el grupo MailTecK & Customer Comms podemos contribuir con la reducción de la huella de carbono, la clave es medir y para hacerlo, CarbonQuota se ha convertido en nuestro mejor aliado. Se trata de una organización independiente que combina ciencia, técnica y análisis avanzados para realizar estudios completos y fiables sobre emisiones GEI de empresas y administraciones. CarbonQuota no solo nos ofrece un informe pormenorizado para conocer nuestra situación anual, también nos ayuda en la definición de puntos de mejora y nos otorga una certificación comúnmente reconocida.
El resultado general que se puede leer en la propia certificación dice que MailTecK & Customer Comms redujo en un 23 % su huella de carbono asociada a su actividad en 2021 con respecto a 2019. La comparación se ha hecho entre 2021 y 2019 porque 2020 no es significativo. El año pasado la caída que nos devolvió la auditoría de CarbonQuota fue mayor, un 43 %, pero es que el 2020, el ejercicio examinado, fue especial por la pandemia, el teletrabajo y el parón operativo general.
El análisis en todo caso es muy completo e incorpora indicadores de muy diferente tipo. Por ejemplo, hemos reducido las emisiones calculadas por m2 de edificios en un 30 %, por cada empleado a tiempo completo (FTE por sus siglas en inglés) un 29 % y por cada millón facturado en un 32 %, siempre si comparamos 2021 con 2019.
Los anteriores son datos que nos colocan en la media del sector. Pero CarbonQuota también mide otras áreas divididas en los mismos indicadores. El gasto de agua es uno de los apartados en los que hemos realizado mejor trabajo con ahorros desde el 40 % y hasta el 48 %. Por su lado, en cuanto a consumo de energía, el informe nos sitúa en una posición aventajada con respecto a empresas del entorno, con reducciones que parten del 8 % y llegan a alcanzar el 19 %. Este dato se combina con el hecho de que el 82 % de toda la energía que hemos consumido en el primer semestre del 2022 ha provenido de fuentes 100 % renovables, como consta en la documentación recibida de nuestras comercializadoras. Nuestro compromiso es que, en el futuro, toda la energía que consumamos sea verde y libre de emisiones.
Hasta ahora, la medición de huella de carbono ha sido voluntaria para las empresas. Sin embargo, la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética lo convertirá en obligatorio, todavía está en desarrollo el detalle que describa qué tipo de compañías tienen que hacerlo. Nosotros nos hemos adelantado. Y esta decisión forma parte de nuestro plan corporativo de sostenibilidad, que a su vez se integra directamente en nuestra estrategia de Responsabilidad Social Corporativa. Es decir, una convicción que parte desde lo más profundo de nuestra actividad y nuestros valores con vertiente interna y también externa: nos permite ser tu proveedor sostenible y colaborar con tu empresa para lograr sus propios objetivos medioambientales.