Se trata de la cuarta ocasión anual consecutiva en que MailTecK & Customer Comms lanza una acción de responsabilidad social corporativa en estas fechas. La colaboración propuesta este año con Cruz Roja viene precedida de labores para la mejora de la calidad de vida de colectivos vulnerables como Médicos sin Fronteras, Unicef y Aldeas Infantiles.
“Ya en anteriores ocasiones hemos querido contribuir, con nuestro esfuerzo y el apoyo de personas cercanas a nuestra organización, a un desarrollo efectivo, justo y respetuoso de la infancia en España y en el resto del mundo. Estas navidades, hemos optado por ayudar a Cruz Roja a garantizar el derecho al juego de los más pequeños, un ámbito en el que hay que avanzar al mismo tiempo que se trabaja en la erradicación de la pobreza infantil o en la universalización de la educación”, valora Javier Echebarría, CEO del grupo.
La importancia del juego en los primeros años de vida de cualquier ser humano es tal que viene protegido por el artículo 31 de la Convención de los Derechos de la Infancia de las Naciones Unidas (1989), el tratado más ratificado de la historia al que se han unido 195 Estados hasta la fecha.
“Jugando, los y las niñas aprenden, crecen y canalizan sus emociones”, explica Cruz Roja en la presentación de su campaña. La entidad canalizará una recogida masiva de juguetes no bélicos y no sexistas categorizados como musicales, educativos, deportivos y peluches entre otros. Además, ha diseñado una guía que acompaña a la elección de juguetes no discriminatorios, positivos y que fomenten la creatividad.
En España, 1,4 millones de niños y niñas viven en situación de pobreza severa y más de 2 millones en riesgo de caer en ella, según datos del Alto Comisionado para la Lucha contra la Pobreza Infantil. Aunque los últimos datos relacionados con el acceso a juguetes son más antiguos, según el Instituto Nacional de Estadística en 2014, más de 800.000 menores vivían en el seno de familias sin presupuesto para celebrar cumpleaños o fiestas como la de los Reyes Magos. Y alrededor de 250.000 no disponían, directamente, de juguetes en casa.