En un mundo donde las interacciones con los clientes se multiplican por canales, momentos y formatos, el gran reto ya no es solo comunicarse, sino centralizar y dar sentido a todas esas comunicaciones. La confianza del cliente no se construye únicamente a través del mensaje, sino también con la coherencia, trazabilidad y respaldo jurídico de cada interacción.
Y es aquí donde la tecnología puede marcar una diferencia estratégica. La clave no está en gestionar más canales, sino en integrarlos dentro de un mismo ecosistema de relación con el cliente. Un ecosistema donde las comunicaciones —desde las más informales hasta las más sensibles y certificadas— queden unificadas, accesibles y trazables.
Salesforce se convierte en ese eje central, el lugar donde vive toda la información del cliente y desde donde se pueden coordinar todos los puntos de contacto. Al incorporar dentro de Salesforce un Prestador de Servicios de Confianza Cualificado (QTSP), es posible integrar procesos con valor legal como notificaciones certificadas, firmas electrónicas o verificaciones de identidad, sin salir del entorno en el que ya trabajan los equipos de ventas, atención o marketing.
Esto no solo garantiza una visión única y completa de cada cliente, sino que también refuerza la seguridad jurídica de las operaciones. Porque cuando una comunicación importante —como una modificación contractual o un impago— está certificada, trazada y asociada al histórico del cliente, el negocio gana en transparencia, en confianza y en capacidad de respuesta.
Además, esta integración cobra una nueva dimensión cuando se combina con Agentforce, la capa de automatización e inteligencia de Salesforce. Gracias a ella, los agentes autónomos digitales pueden tomar decisiones y ejecutar acciones en tiempo real, incluyendo el envío de comunicaciones certificadas bajo determinadas condiciones del cliente o del proceso. Esto permite, por ejemplo, escalar automáticamente a una notificación con valor legal si no se ha recibido respuesta en un plazo determinado, o lanzar una firma electrónica ante un hito contractual.
La información ya no se dispersa: se convierte en conocimiento estructurado, activable, y jurídicamente válido.
Integrar las comunicaciones certificadas dentro del ecosistema Salesforce no es solo una cuestión de eficiencia operativa. Es una decisión estratégica que potencia la experiencia del cliente, protege legalmente al negocio y permite crecer con confianza.
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